lunes, 16 de febrero de 2015

José Joaquín Fernández de Lizardi

(México, 1776-1827) Escritor mexicano. Es el gran iniciador de la novela americana. En 1812 fundó el periódico liberal El Pensador Mexicano, suspendido por el gobierno de Fernando VII, pero cuyo título se apropió el autor como seudónimo. Su vigor polémico le enfrentó en repetidas ocasiones con el orden constituido. Tras la independencia, dirigió la Gaceta del Gobierno (1825). Sus obras narrativas, que reflejan sus posturas críticas, incluyen El Periquillo Sarniento (1816 y 1830-1831) yLa Quijotita y su prima (1818). También cultivó, con menos éxito, la poesía y el teatro. Su autobiografía, Noches tristes y día alegre (1818), contiene los primeros gérmenes del romanticismo mexicano.


José Joaquín Fernández de Lizardi
Periodista por vocación y liberal influido por los enciclopedistas, aunque limitado por el ambiente de la colonia, José Joaquín Fernández de Lizardi es considerado no sólo como el escritor más importante de su país durante el primer tercio del siglo XIX, sino también como el autor de la primera novela, en el sentido moderno del término, que se escribió en América. Nacido hacia el final de la época colonial, la infancia de José Joaquín transcurrió en Tepozotlán, donde su padre ejercía la medicina en el Seminario de los Jesuitas. Hizo en esta población sus primeros estudios, que amplió después en el Colegio de San Ildefonso; pero no pudo terminarlos por falta de recursos.
Aunque entre sus primeras composiciones figura un himno dedicado al soberano español Fernando VII (Polaca en honor de nuestro católico monarca, el señor don Fernando Séptimo, 1808), Fernández de Lizardi se opuso pronto a la monarquía y abrazó los ideales independentistas. Apoyó la revuelta del cura Hidalgo y luego la causa de José María Morelos, escribió panfletos en defensa de la libertad de imprenta y contra el gobierno virreinal, y fue encarcelado en 1815, tras la derrota de Morelos. Fundador de múltiples publicaciones, la más célebre de todas ellas es El Pensador Mexicano, que duró de 1812 a 1814 y de la cual tomaría su seudónimo literario.
Con sus artículos y escritos luchó por la libertad de expresión y contribuyó a consolidar el ideario independentista. Escribió también versos desaliñados, de los que lo más interesante son las Fábulas (1817); intentó el teatro, sin resultado, en piezas como El negro sensibleAuto Mariano y otras. Pero se le recuerda más por sus artículos políticos y, sobre todo, por sus tres novelas, que inauguraron el género en el continente: El Periquillo Sarniento (1816), La Quijotita y su prima (1818) yDon Catrín de la Fachenda (1832).
De ellas, El Periquillo Sarniento es sin duda la mejor y más famosa. Pintura satírica y colorida de las postrimerías del virreinato, está inspirada en la picaresca española y cuenta la vida de un truhán de buen corazón que sirve a varios amos y tiene diversas aventuras. Es una obra de carácter edificante, a través de la cual el autor busca combatir vicios, criticar la hipocresía de la sociedad y ridiculizar los malos hábitos. A pesar de su trasfondo moralizante, la novela alcanza un indudable valor literario gracias a sus elementos costumbristas, a su humor y a la vivacidad de muchos de sus episodios.

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